Ya estamos en navidad… una época especial en donde las familias comparten sentimientos, alegrías, regalos… una festividad muy esperada por todas y todos.
Esta época me parece muy linda, especialmente por la capacidad que tiene para reunir a la familia, a los amigos, conocidos y olvidarse muchas veces de los problemas o rencores que existían. Es un momento mágico que evoca muchas cosas maravillosas de las personas.
Como en toda celebración, la navidad trae consigo alimentos que la representan. El buñuelo, la natilla, arroz con leche, tamales, canelazo, jamón, preparaciones típicas o comidas muy especiales siempre la acompañan… y cómo no, si cuando se reúne la familia es un momento de celebración.
Durante la carrera, el profesor Mauro Brigeiro (Brasileño) me enseño que la alimentación es más que solo comida. El dirigió la clase de antropología alimentaria cuando estaba en la universidad y me hizo cambiar la perspectiva de la alimentación de una manera drástica.
El me enseñó, que el alimento transporta más elementos que solo nutrientes, sabor, color o aroma. Transporta algo que no se ve a simple vista, un componente social, cultural y sentimental.
El profesor Mauro nos puso un ejemplo muy curioso… se trataba del chocolate. Nos explicaba una experiencia que había tenido en Colombia y cómo a él le sorprendió el hecho que aquí, batir el chocolate con un “molinillo” de madera era necesario para hacer un buen chocolate.
***El molinillo es un utensilio de cocina que en muchos hogares de Colombia es especial para hacer chocolate. Se trata de una herramienta de palo en cuyo extremo tiene unas aspas y que al hacerlo girar hace que entre aire dentro de la preparación y en el caso del chocolate, genere espuma.***
Hacer esto, creaba una espuma en el chocolate que cambiaba la experiencia al tomarlo. Él nos decía que no había visto un molinillo ni mucho menos cómo se usaba.
Nos comentó también que les preguntó a las personas con quienes estaba tomando el chocolate, si era posible cambiar el material del molinillo, por ejemplo que fuera de acero o plástico. Su respuesta fué no, que tenía que ser de madera.
También le pareció curioso cómo en algunos lugares colocan el queso dentro del chocolate, para que se derrita y cambié su sabor mientras se lo toma.
El profesor Mauro nos dijo que esas prácticas, por más simple que fueran, tenía una gran riqueza cultural.
De ese simple ejemplo comprendí que todas las preparaciones tiene un componente cultural. Todo lo que hemos creado en torno a la alimentación hace parte de la cultura humana.
Lastimosamente muchas veces no somos conscientes de ello…
A veces la evolución nos ha llevado a no tener tiempo y a “desear” que existan unas píldoras de nutrientes que reemplacen toda la comida de un día o del resto de nuestras vidas… solo para poder trabajar y terminar nuestras labores. O la otra opción… no como.
Me parece increíble que una persona diga eso. Aunque el trabajo se vuelva cada vez más exigente, no es motivo para olvidarse del bienestar del cuerpo y de la persona. Éste inicia por la alimentación.
En la actualidad, creo que si quisieran podrían vender pastillas que tengan los nutrientes, el sabor y el color de algunos alimentos… pero no creo que la textura la logren igualar… (De hecho lo hacen con vitaminas y minerales e incluso algunos lípidos)
Quiero hacer una reflexión. Si toda la alimentación fueran pastillas, se perdería toda esa historia y cultura que tenemos sobre la alimentación.
Solo imagínense en esta época de Navidad cuando se reúnen con sus familias, en una bandeja llena de su comida favorita, con colores, sabores, texturas y aromas, donde tal vez un familiar o una persona se esmeró en realizarla, le puso empeño y cariño. (Tómense un momento para imaginarlo…)
Ahora imaginen a un familiar de ustedes mostrándoles una bandeja en donde haya una serie de pastillitas que tienen nutrientes y te digan Feliz Navidad. (Tómense un momento para imaginarlo…)
¿En cuál escenario les gustaría estar?
Con este ejemplo simple, creo que he demostrado que el alimento no contiene solo nutrientes.
Cuando hablamos de alimentación hablamos de muchas más cosas. La cultura, la historia, la tradición, el amor, las creencias… son parte de ella. Por ello, cada vez que se alimenten, espero que recuerden este artículo y que puedan sentir un vínculo muy especial con su alimento.
Feliz Navidad.
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