En el mundo en que vivimos queda muy poco tiempo para la salud. Todos de alguna u otra forma, creamos una rutina que se repite, una y otra vez, pero que rara vez modificamos a menos que otra persona nos ayude a hacerlo.
Y en el afán de todos los días, la rutina se convierte en nuestra aliada para cumplir con el día a día. Nos olvidamos a veces de comer, de dormir, de caminar o ejercitarse; elementos que nuestro cuerpo y todos requerimos para mantener un buen estado de salud. Pero en vez de ello, todo se transforma en obligaciones, trabajo, objetivos, metas y rapidez.
El estrés se acumula poco a poco y el tiempo se convierte en nuestro enemigo. Empezamos a exigir que el día tenga más horas para poder cumplir, como si el cuerpo pudiera aguantar tal nivel de exigencia.
A pesar de toda la evolución que el ser humano ha tenido, especialmente el desarrollo de conocimientos e inteligencia, nuestro cuerpo aún sigue siendo animal y requiere cuidados básicos.
Nuestro cuerpo también requiere descanso y cuidado. Es una frase que todos deberíamos tener en cuenta… Nuestros pensamientos a veces nos llevan más lejos de lo que se puede, e incluso hacemos más caso a ellos que al cuerpo. ¿Cuántas veces no hemos trabajado toda la noche aún sabiendo que estamos cansados?
No estoy diciendo que ahora debemos faltar a nuestras obligaciones, pero si quiero hacer una reflexión especialmente en aquellos momentos de descanso que tenemos, ¿Realmente los estamos aprovechando para nuestro bienestar?
No importa si es un minuto, una hora, un día, lo importante es que ese tiempo se disfrute, ese es el mensaje que les quiero dejar. Tomémonos el tiempo para que nuestro cuerpo se sienta bien, para dormir, comer o hacer ejercicio.
Si tengo una hora para almorzar, ¿Por qué debo correr, y pensar en la cita que tengo en una hora? ¿Por qué debo comer estresado? Llegaría de mal humor a la cita. Realmente prefiero disfrutar esa hora y comer tranquilamente. Si tengo un minuto en la oficina, ¿Por qué no estirar un poco? Si tengo un día ¿Por qué no hacer ejercicio?
No necesariamente se tiene que hacer algo muy grande para sentirse bien. Con solo cambiar un poco lo que pensamos, transformando los pensamientos negativos o estresantes en algo positivo, es suficiente para tener una sensación de bienestar.
De esa manera ya no serán momentos o intermedios solo de descanso, sino momentos agradables de bienestar, un espacio para nuestro cuidado.